El baile típico de Madrid, el chotis, procede de la polka alemana,de donde llegó a Madrid en noviembre de 1850, bailándose por pirmera vez en esa fecha en el Palacio Real de Madrid. Al principio era un baile cortesano, pero poco
a poco se fue popularizando, hasta convertirse en lo que es actualmente: el símbolo musical de Madrid.
El origen del chotis se sitúa en Bohemia. Dicha región englobaba parte de la República Checa, y parte del sudeste
de Alemania, de donde procede. Por eso se le conocía en su origen como "schottisse", o polka alemana. Adaptado gradualmente a los gustos populares, desde entonces se baila en las verbenas durante las fiestas de Madrid, como las de
San Antonio de la Florida o las de
San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma, y son sus mejores mentores los madrileños
ataviados con el traje típico de chulapo y chulapa.
En el chotis la mujer gira alrededor del hombre, trasladándose en círculo, haciendo que éste gire sobre sí mismo sin moverse del sitio. Puede combinarse este tipo
de chotis (el girado), con desplazamientos ocasionales muy airosos (el marcado), para volver a ralizar los giros.
El organillo
Instrumento musical de origen italiano, que llegó a España en el último tercio del siglo XIX de la mano de Luis Apruzzese, reparador de órganos
y pianos, que se estableció en Madrid, donde se casó. Aquí comenzó a fabricar organillos que pronto se extendieron por la Villa y Corte.
En 1911 trasladó su taller a la Carrera de San Francisco
7, sobre cuya puerta puede verse un letrero que anuncia ‘Pianos - Organillos 1900’. Tras su muerte, uno de sus hijos, Antonio Apruzzese, compositor y músico, se hizo cargo del negocio de alquiler de organillos.
Los organillos
grandes tienen diez piezas musicales grabadas. Funcionan al hacer girar con la mano un manubrio o manivela que acciona un rodillo que lleva unas púas metálicas que golpean un macillo y éste, a su vez, percute las cuerdas como si fuera
un piano. Los organillos se fabricaban con madera de nogal y la tabla armónica para las resonancias se hacía con madera de pino melis.
Los antecedentes de los organillos en España son unos instrumentos llamados ‘San
Antonio’, que eran pequeñas cajas de música que se llevaban colgados y con las que se interpretaban piezas religiosas, principalmente en las iglesias.
Pronto el madrileño identificó el organillocomo
el insrumento musical idóneo en aquel tiempo para su chotis, y desde entonces tanto uno como otro son iconos representativos de Madrid.
Agustín Lara, Chueca y Valverde
Existen chotis muy populares,
como las composiciones del músico granadino Francisco Alonso, autor de chotis como Pichi, La Lola, ¡Oye, Nicanora! y Las taquimecas, entre otros, o el chotis Rosa de Madrid, de Luis Barta. Pero, sin duda, el
chotis más popular de todos es Madrid, Madrid, Madrid, del compositor mexicano Agustín Lara.
Y la ciudad de Madrid lo tiene en su memoria. El 13 de mayo de 1975 se inauguró una estatua de bronce de Agustín
Lara que se instaló en la plaza del Sombrerete, junto a la Corrala, en pleno corazón de Lavapiés, corazón del casticismo madrileño.